cultura de el salvador
La cultura de El Salvador es una mezcla de las culturas Maya, Lenca, Nahua, Ulúa, española y otros grupos étnicos minoritarios.
Menos del 1% de la población habla náhuat. La religión católica desempeñó un papel importante en la cultura de El Salvador. Los artículos de pintura, de cerámica y de textil son las principales expresiones artísticas manuales. Los escritores Francisco Gavidia (1863–1955), Alberto Masferrer, Salvador Salazar Arrué, Claudia Lars, Alfredo Espino, Pedro Geoffroy Rivas y Manlio Argueta, y el poeta Roque Dalton están entre los artistas más importantes que provienen de El Salvador.
Personajes notables del siglo XX incluyen a los cineastas Baltasar Polio y Guillermo Escalon; a la Miss El Salvador Maribel Arrieta, al cantante Álvaro Torres y al artista Fernando Llort. Entre los representantes de las artes gráficas más reconocidos están los pintores Noe Canjura, Carlos Cañas, Julia Díaz, Camilo Minero, Ricardo Carbonell, Roberto Huezo y muchos otros.
Gastronomía
Las pupusas, platillo tradicional por excelencia.
La cultura popular de El Salvador comprende tradiciones y costumbres ancestrales, provenientes de las culturas prehispánicas, que se fusionaron con las costumbres españolas.127 Los núcleos de población más representativos y tradicionales se localizan en las zonas de los izalcos, nonualcos, alrededores de San Salvador y Cacaopera. Entre las expresiones materiales del folclore salvadoreño, se incluyen elementos como la artesanía, en la que existen importantes centros de producción en Nahuizalco, La Palma o Ilobasco; y los objetos incluyen diversos tipos de alfarería, cerámica, jarcia, cestería, barro cocido, juguetes, pirotecnia, etc.
En cuanto a la vivienda, según datos del año 2003, en las comunidades indígenas la utilización del techo de paja se consideraba desaparecido, mientras que las paredes de adobe aún perduraban. En lo que respecta a vestimenta, las prendas tradicionales son utilizadas en su mayor parte en eventos culturales, aunque ocasionalmente puede observarse como parte de la vestimenta diaria en ciertas poblaciones como Izalco, Nahuizalco o Panchimalco.
En el campo de las expresiones sociales, resaltan las cofradías y hermandades, que en El Salvador alcanzan un número de cincuenta y tres Las localidades adonde se encuentran las de mayor tradición, incluyen a Izalco,Panchimalco,Jayaque, San Pedro Nonualco, o Santo Domingo de Guzmán, por otra parte, en el comercio popular, existe el tiangue, y sobreviven juegos tradicionales para niños y adultos como el yo-yo, trompo, capirucho,chibolas, palo ensebado, carrera de cintas a caballo, etc.
En la cultura popular concerniente al aspecto espiritual y mental, cabe destacar a las fiestas patronales que tienen lugar en todos los municipios, entre ellas resaltan las de San Miguel, en la que tiene lugar un reconocido carnaval, así como en San Salvador, con las Fiestas agostinas, o Santa Ana con las Fiestas Julias. Otras expresiones son las danzas, y una breve lista comprende al torito pinto, los historiantes, los chapetones, el tigre y el venado, los emplumados, etc.También existe un acervo de leyendas y cuentos, siendo representativas la siguanaba, el cipitío, y el cadejo, entre otras.
Gastronomía
El maíz, que es igualmente utilizado por muchos pueblos de América, es el ingrediente principal de la cocina típica salvadoreña. El platillo por excelencia es la pupusa, que tiene un día nacional que se celebra cada segundo domingo de noviembre. Otros alimentos populares elaborados de maíz son: las tortillas, muy importantes en la alimentación diaria de los salvadoreños; así como los tamales; variedades de atoles como el de atol de elote, piñuela, shuco o chilate; y bocadillos como las riguas; tustacas y totopostes; y la chicha de maíz como bebida. Además existen festivales del maíz, también conocidos como atoladas, que son celebrados en el segundo semestre de cada año en diversas poblaciones del país, usualmente en agosto. Estos festines pueden tener un carácter familiar. Aparte del maíz, el frijol es otro ingrediente muy utilizado en la cocina salvadoreña.
Otros platillos tradicionales son: gallo en chicha, sopa de gallina, sopa de patas, consomé de garrobo, sopa de frijoles con cerdo y masitas, nuegados de yuca, buñuelos de huevo, yuca con chicharrón, ayote en miel, torrejas en miel, y pan con pavo, entre otros.
También existe una variedad de dulces artesanales, y poblaciones como Santa Ana y San Vicente son importantes en su elaboración. Se comercializan principalmente en las fiestas patronales del país, y una breve lista comprende: conservas de coco, coco rallado, melcochas, chilacayote, dulce de leche, dulce de nance, dulce de tamarindo, dulce de panela, entre muchos otros. Otra importante oferta gastronómica tradicional, dentro del pan dulce, incluye la cemita, viejitas, salpores, pichardines, quesadillas de queso, torta de yema, marquesote, etc. Bebidas tradicionales calientes son el chocolate, el café, leche poleada, y las ya mencionadas que son elaboradas a partir del maíz. Bebidas frías populares, llamados frescos, son: horchata, tamarindo, cebada, ensalada, chan, y el tiste, por mencionar algunos.
Literatura
Durante la época independentista en la provincia de San Salvador predominaba la oratoria, y en los primeros años de la república se desarrolló una etapa Neoclásica cuyos iniciadores fueron Miguel Álvarez Castro, Enrique Hoyos e Ignacio Gómez. Ya a mediados del siglo XIX existió una primera generación romántica con autores como Juan José Cañas, Francisco Esteban Galindo, y Antonia Galindo. La segunda corriente romántica tuvo entre sus exponentes a Francisco Gavidia, quien fue también uno de los inciadores del Modernismo en Centroamérica; así como Román Mayorga Rivas, y Vicente Acosta, entre otros.
El final del siglo vio nacer a Alberto Masferrer quien destacó con un pensamiento social, el cual dejó plasmado en su obra periodística, oratoria, y ensayística. En esa época también figuraban Arturo Ambrogi, notable autor del impresionismo literario;y José María Peralta Lagos, conocido costumbrista. Poetas de la época fueron: Ramón de Nunfio, Alfonso Espino, Alberto Rivas Bonilla, o Sarbelio Navarrete; y entre los prosistas: Francisco Herrera Velado, Carlos Serpas, Miguel Ángel Espino y Alberto Guerra Trigueros, entre otros. Literatos de la generación de los años 1910 y 1915 fueron: Alfredo Espino, Vicente Rosales y Rosales, Raúl Contreras, o Julio Enrique Ávila.
A partir de los años 1920 apareció otra generación de autores salvadoreños, entre los que destacan Salvador Salazar Arrué(Salarrué), que es considerado el mejor cuentista salvadoreño; Claudia Lars, una de las mejores voces femeninas de la lírica hispanoamericana del siglo XX; así como Serafín Quiteño, o Lilian Serpas. Otros autores del siglo XX son: Quino Caso, Pedro Geoffroy Rivas, Hugo Lindo, Alice Lardé de Venturino, Ricardo Trigueros de León, Matilde Elena López, y el fabulista León Sigüenza.
Asimismo, existió el grupo denominado de la Generación comprometida, que incorporaba a Ítalo López Vallecillos, Waldo Chávez Velasco, Irma Lanzas, Álvaro Menen Desleal, José Roberto Cea, Eugenio Martínez Orantes y Tirso Canales, entre otros; y el Círculo Literario Universitario Salvadoreño de Roque Dalton, Jorge Arias Gómez, Manlio Argueta y Roberto Armijo; tras estas generaciones surgieron poetas como David Escobar Galindo, y provenientes de grupos literarios como Luis Melgar Brizuela, Julio Iraheta Santos o Jaime Suárez Quemain. Otros literatos contemporáneos son: Horacio Castellanos Moya, Francisco Andrés Escobar, Miguel Huezo Mixco,Berne Ayalá, Jacinta Escudos, Carmen González Huguet, Ricardo Lindo, Rafael Menjívar Ochoa, Otoniel Guevara, Yanira Soundy, Rafael Mendoza y Silvia Elena Regalado, por mencionar algunos.
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